Arde, como Troya.
by Jean-Luc Caesar
Si me lo pides, te hablo de París, Hamburgo o Barcelona
sin ni si quiera salir de debajo de las mantas.
Te escribo algo sobre tu espalda que cuente una historia
con mi lengua.
Te como la boca y te beso los dientes a deshora,
como intentando hacer que pase el tiempo
para que te quedes cinco minutos más.
y me bailas sin quitarte los zapatos
en la bañera.
Si lo deseas, vamos al mar y nos mojamos,
paseamos desnudos por la cocina,
o desayunamos las sobras de ayer en el sofá.
sobre las margaritas amarillas que crecen en los bordillos,
sobre la cantidad de horquillas que te has puesto hoy,
y sobre lo valiente que eres mientras te escondes en mí
viendo una película de miedo.
nos echamos de menos
y a reír.
Si te apetece, viajamos con Tarantino
o nos ponemos a leer a Neruda.
y descarados,
y ponemos música, tu música, para toda la ciudad.
Si lo prefieres, nos matamos por morir,
o decidimos que ya nos queremos lo suficiente
como para saltar a la vez.
y no me dejas ni te apetece, y ya no quieres ni lo prefieres;
no te escribo, ni te llamo,
ni te busco, ni te espero,
pero te sueño porque te quiero,
porque voy sin armas,
pero cargado hasta la lengua de balas de fogueo.
Esperando ansioso el momento de que vuelvas a comerme la boca
como si fuésemos Troya
y nos viésemos arder.